sábado, 23 de mayo de 2009

Domingo.

Respirar el domingo con su tristeza de día de luto. Como cuando era pequeño y me atormentaba, como aquel día de luto que el pueblo se quedó sin calles y la vida se fue en esa caja marrón, en aquel hombre anciano; ese día que los perros se adueñaron de las calles polvorientas y la lluvia escurría la pintura de la iglesía.

Y la lluvia nos mojaba la esperanza. Aquel día polvoriento que el agua tranquilizó.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Querer-odiarte.

Historia de un chico: yo no quiero quererte y tampoco odiarte, porque odiarte sería tenerte aquí, hacerte blanco de mis maldiciones, sería... sé, divertido, me gustaría. Así que yo no quiero odiarte y tampoco quererte. Moriría.