viernes, 3 de julio de 2009

Vallenato.

Sabe a mi infancia y a este amor por una mujer que me quiere y también NO, porque hay de esas veces en las que uno quiere y NO lo quieren... Sabe a mi infancia y ahora me quiere, bella mujer, adolescente mayor que yo, historia de meses y escritos de madrugada. Es nostalgia este vallenato triste, es nostalgia y amor-infancia-tristeza que va como rocio mañanero por mis rendijas.

Pero, ah! vallenato triste —que yo sé— que un día acompañarás mis lágrimas de enamorado sin amor y ahora NO, me quiere; acordeón gastado —que yo sé — que un día te veré desdoblándote y las notas-lágrimas se nos mezclarán, ya nuestras. No sé, acordeón, si tratarte, pues tú puedes un día rasgarte cuando te desdobles ferozmente y muestres tus entrañas; puedes —te digo— abrirte y luego no ser el mismo. Yo sé que acompañarás los malos tragos que me tome por cualquier mujer, bendito amor, fluirás con mi triste figura por calles húmedas en la madrugada camino a la casa de un amigo buscando más y más consuelo.

Vallenato, música de pobres y e este ahora que yo lo siento-escucho no mío, lo siento: alivia mis ganas de ella y de joderme más. De llorar más como un vallenato.

jueves, 2 de julio de 2009

Ese man.

A quien nadie querrá
y desechará como el perro babeante
en la puerta de un comedor de la costa

pero, igual, le importa un carajo
carajo, que nunca nadie lo amará
y él siempre tendrá a alguien que gastar
en nichos-catres del motel Manzana

y tú sabes, todas son tan fáciles
tan fáciles, tan fáciles, tan fáciles, tan fáciles
y tú nunca, alcohólico babeante
en las cantinas de malas mujeres peruanas
buenas ellas si se escurren por ahí
cuando hay dinero para sus caprichos de niñitas sin infancia y golpes

niñas sin infancia
que yo tuve a medias
y gasto —malgasto— con ellas
jodidas niñitas sin mí
y les resbala poesía
que intento escribir
mueren y yo también
yo me duelo

A ese man nadie nunca lo querrá
y tú sí
tú siempre
tú y tus visceras alcoholizadas.