Por fin. Durante diez años mi alma se perdió por los caminos empolvados de la perdición y el desahogo- eso pienso mientras bajo del CIFA*.
Veo al mendigo de la esquina estirando la mano y caminando con las rodillas apoyadas en el suelo. Como lo ha de hacer siempre. Camina hasta la otra esquina donde su amigo Valdé, vende periódicos; al llegar, le pregunta, como todos los días, el número premiado. Saca de su bolsillo el boleto, tantea los números, sabe cuales son. El sol hace brillar los números y oscurece la sonrisa del niño que aparece en el papel. Valdé canta el número, no es el mismo. El mendigo vuelve arrastrando sus rodillas a su esquina. Extiende la mano y espera...
Pienso en todo eso y no paro en mi pueblo.
*Autobús.
sábado, 26 de enero de 2008
domingo, 20 de enero de 2008
Seguramente no llegues a enterarte
que las canciones que te escribí
hoy se hacen éxitos en las radios,
pero lo único que quiero es que tú
llegues a escucharlas y me recuerdes;
yo siempre lo haré y nunca
te odiaré porque me hiciste feliz.
Aunque niegues nuestro amor,
aunque la felicidad no duró,
aunque nos hayamos despedido
aunque...
el recuerdo haya viajado en ese avión
y siga atado a mí.
_________________________________
!!!Comentad, comentad!!!!
que las canciones que te escribí
hoy se hacen éxitos en las radios,
pero lo único que quiero es que tú
llegues a escucharlas y me recuerdes;
yo siempre lo haré y nunca
te odiaré porque me hiciste feliz.
Aunque niegues nuestro amor,
aunque la felicidad no duró,
aunque nos hayamos despedido
aunque...
el recuerdo haya viajado en ese avión
y siga atado a mí.
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