lunes, 15 de marzo de 2010

Diecinueve.

                                a V.
Te quiero despintar la boca roja
y contar tus costillas con mi lengua.

Daría mi nombre que es lo que me queda
pues todo lo aposté por ti
daría mi nombre digo
por ver tu silueta famélica
alargarse
delante de mi ventana.
Pero no mi cuerpo que debe llevarme a ti.

No los pies ni las manos
ni la lengua
que serán contigo.

Daría mis apellidos,
tú solo tienes que venir.

Ven, deja ya las caricias
y atiende a mi lengua.

Escapa del miedo
y cúrame los labios de frío.

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