miércoles, 19 de septiembre de 2007

¿Y para qué? He perdido tantas oportunidades de darle ritmo a mi vida que ahora la monotonía maldita de los besos gastados empieza a moderme el alma. Pero tengo miedo a equivocarme, a sentirme asqueroso como siempre, pero por otra razón.
Y luego está: todos los reproches que cargo, todas las mentiras que escondo, todos los miedos que me he tragado. ¡Y los malditos celos! Escondidos.

Al echar una mirada atrás, he vuelto a pensar en lo que puedo perder; el miedo vuelve a aparecer y no me deja actuar. Me sonríe la incertidumbre del futuro cuando releo lo escrito. Tengo dotes de adivino hasta para esta mierda.(jode un montón)

No hay comentarios: